sábado, 21 de febrero de 2015

El "podoscopio" o la ignorancia sobre la radioactividad

En los años 30 empezaron a extenderse por las zapaterias de lujo de Estados Unidos, y luego por Europa incluyendo España, un maravilloso aparato pensado especialmente para los niños: El "podoscopio".



Al probar unos zapatos, el niño los metía en el aparato (también los adultos) y por varias ventanas, se podían ver los pies del niño y ver si le aptrataban o le deformaba.

El "podoscopio" no era más que un fluoroscopio, es decir, un tipo de máquina de rayos X.

Si, en todas las zapaterías, sin saberlo, tenían máquinas de rayos X, sin control, sin informar a los empleados y sin formar a los usuarios. Cada niño recibía al menos 15 segundos de dosis.



Con los años, muchos empleados de zapatería enfermaron de quemaduras, enfermedades de piel y cáncer, y más tarde llegaron a la conclusión de que era peligroso. Poco a poco, más tarde y sin prisa, fueron desapareciendo de las tiendas y aun quedaban algunos a finales de los años 60.

También en las ciudades españolas había zapaterías con este tipo de aparato. Un niño recibía una dosis importante pero no compraba zapatos todos los días, en cambio, los empleados de la zapatería estaban en el aparato, al pié del cañón y metiendo las manos dentro para colocar y ajustar bien el pié del niño, todos los días.



El "podoscopio" es uno más de los aparatos radiactivos que mataron gente por ignorancia o mala fé de los que los hacían usar a sabiendas de su peligrosidad. Otro ejemplo fueron las mujeres que murieron en las fábricas por pintar esferas de relojes con pinturas fosforescentes de radio.

Y para niños con mentes inquietas, nada mejor que este "Juego de química radioactivo".



El niño podía hacerse con un kit que contenía tres muestras "bajas" en radiación (varios isótopos de uranio), un contador Geiger una cámara Wilson (para ver el movimiento de las partículas alfa) un espintaroscopio (para comprobar la desintegración radiactiva en vivo), cuatro muestras de uranio y un electroscopio para medir la radioactividad. Por supuesto, como todo laboratorio nuclear para niños, era completado con un manual sobre energía atómica y un cómic titulado “¿Cómo divide el átomo Dagwood?

viernes, 13 de febrero de 2015

El Solar Impulse 2

El Solar Impulse es un proyecto ubicado principalmente en Suiza para desarrollar un avión alimentado únicamente mediante energía solar fotovoltaica, tanto de día como de noche. El prototipo puede volar durante el día propulsado por las células solares que cubren sus alas, a la vez que carga las baterías que le permiten mantenerse en el aire durante la noche, lo que le da una autonomía casi ilimitada.




El proyecto está dirigido por Bertrand Piccard y André Borschberg, ambos pilotos profesionales, y aspira a conseguir dar la vuelta al mundo en esta aeronave sin escalas por medio de energías renovables y sin combustible fósil.

El proyecto empezó en 2005 y en unas pruebas en 2010, ya batió sus primeros records de permanencia en vuelo, pasando de las 26 horas e incluyendo una noche y 8500 metros de altura. 
Desde entonces han hecho más pruebas con distintos niveles de éxito y han ido produciendo distintos prototipos.

Ahora, el consorcio ha presentado ante la prensa su proyecto a realizar en marzo de 2015: Cincunvalar la tierra sin parar durante 5 días y 5 noches.



El secreto del avión es aplicar la mejor tecnología existente en el momento en cuanto a diseño, materiales ligeros, motores y baterías más eficientes.

El viaje de 5 días lo harán 2 pilotos que apenas dormirán en turnos de 20 minutos, que tendrán una comida especial y pasarán temperaturas extremas de +40 grados y - 40 grados en la noche y en el día.

El artefacto es tan grande como un avión grande de pasajeros aunque mucho más ligero. Su velocidad máxima son 140 kilómetros por hora y pretende iniciar una tecnologóa del transporte aereo, limpia y renovable. 


sábado, 7 de febrero de 2015

Los drones, artefacto de moda.

Si hay un aparato dentro de las nuevas tecnologías que esté de moda, es el dron.



Aunque en general un dron es un avión por control remoto, la revolución ha venido con los llamados "cuadrocópteros", que son aviones en forma de helicóperto de 4 helices operados por control remoto y con motores electricos. Tienen una sencilla electrónica que hace todo el trabajo de estabilizar y controlar el aparato, haciendo muy fácil y sencillo su manejo.



Los hay de unos pocos gramos y los hay de muchos kilos con bastante capacidad de carga. Pueden por tanto llevar multitud de sensores, cámaras o armas y a medida que se mejoran,  aparecen nuevas aplicaciones e ideas como el reparto postal o entrega de material urgente como un desfibrilador a un socorrista que atiende una urgencia.

Yo mismo tengo un dron sencillo con cámara de video incorporada. A pesar de su bajo precio, vuela con una enorme precisión y un alcance importantes, que da a pensar las capacidades y potencial  que pieden tener sus hermanos mayores.


Desde 50 euros hay drones, y por poco más de 3.000, son modelos tan sofisticados que no necesitan control, se les puede programar una ruta y la hacen mediante guiado GPS. Youtube se está llenando de imágenes impresionantes grabadas por simplea aficionados y las TV y empresas de documentales o profesionales ya los usan de modo avanzado. Tanto así que se exige una licencia de vuelo y restricciones de vuelo como aeronaves tradicionales.

Por encima del uso profesional, están las distintas aplicaciones militares que se desarrollan para ellos y que incluyen la posibilidad de atacar a personas ya que son silenciosos y difíciles de ver y destruir o  los modelos nanom capaces de meterse en habitaciones para informar..  







viernes, 30 de enero de 2015

La propagación del Wifi en una vivienda.

A veces la señal de wifi parece ser muy caprichosa. Hay mucha señal en una habitación, pero justo en un rincon, casi no llega la señal.

Es debido a que el wifi es una radiación electromagnética a la que afectan tanto la distancia pero también los obstáculos, especialmente paredes y electrodomésticos.



La señal no se ve, pero para imaginarlo es  más adecuado pensar en como se propaga el sonido: se propagaría por las zonas abiertas pero tendría problemas con las paredes y puertas cerradas. En el caso del wifi además ciertos materiales permiten su paso mucho peor que otros: metales, azulejos y baldosas.

Un un artículo del año pasado en Ars Technica sobre esas extrañas «zonas muertas» enseñaron cómo unos ingenieros «mapearon» la potencia del wifi sobre cada punto del plano de usa casa como ondas que viajan y se deforman, resolviendo la llamada ecuación de Helmholtz. 



El resultado es la imagen de esta anotación, que puede ayudar a entender mucho esa propagación irradiada desde el punto principal: el router wifi que cual tótem domina muchas casas.
En general estos son los detalles que se suelen recomendar para mejorar la cobertura del wifi a nivel casero:
  • Probar a instalar el router a diferentes alturas, no necesariamente en el suelo. Cuanto más alto, mejor.
  • Instalarlo lo más cerca posible de las zonas donde se va a utilizar principalmente, a ser posible sin obstáculos.
  • Una vez en su sitio, probar incluso pequeñas variaciones de orientación, posición y mover la antena comprobando qué tal se comporta la conexión.
  • Evitar los muros de carga; son los más impenetrables.
  • Evitar las ventanas o el wifi «se irá a la calle».
  • Evitar colocarlo cerca de otros equipos y electrodomésticos; son fuente de interferencia y lo más conveniente es alejarlos.
Si hay superpoblación de wifi en el edificio  también pueden surgir problemas. Se puede chequear en la configuración del router que estén activados los modos de salto de canal, búsqueda automática y multifrecuencia para evitar usar siempre el mismo canal, que quizá esté saturado.


Nuevos materiales que permiten construir un puente en una tarde.

Este es un puente marca Flexiart.



Está fabricado esta la empresa y tiene como característica principal que sus piezas vienen prefabricadas y que los arcos que lo forman están formados por piezas unidas por una capa elástica, de tal modo que al levantarlas, debido al peso de estas, adquieren la forma curva necesaria; una vez apoyadas sobre los soportes previamente costruidos, su propio peso y la tensión que ejercen contra estos se aseguran de que se mantengan en su sitio.

Dicho de otra manera, las piezas vienen planas en un camión y se arquean solas al levantarlas con la grua.

Un puente como este se puede montar en una tarde, dejando aparte la fabricación y colocación de las zapatas; queda también cubrirlo de tierra y construir la calzada que va a pasar por encima, pero se ganan meses sólo al no montar la estructura de forma tradicional.

Los puentes Flexiarch pueden fabricarse en medidas de 3 a 15 metros, aunque se pueden colocar varios seguidos para alcanzar mayores longitudes.

El secreto del puente está en la precisión de los cálculos de las medidas y en haber conseguido un material con la flexibilidad justa como para ser luego sólido y robusto.

viernes, 23 de enero de 2015

Reflexiones acerca del frio....



Todos lo hemos sentido, pero el frío como tal no existe, aunque en estos días de invierno y temporal suene raro: no puedes medir la cantidad de frío de una cosa sino su temperatura, y es precisamente la pérdida de temperatura, la pérdida de energía de los átomos que nos forman, lo que hace que tengamos la sensación que llamamos frío.

Para que se produzca esa pérdida de temperatura nuestros átomos tienen que acercarse, aunque nunca estarán en contacto con ellos, a otros a los que pasarles el calor, otros que estén a menos temperatura, otros que se muevan menos.

Por eso se muere de frío más rápido sumergido en agua que en nieve, ya que la primera tiene más átomos que la segunda en el mismo volumen; por eso puedes meter la mano en un horno caliente sin quemarte pero si tocas una sartén a la misma temperatura te quemas, pues el aire tiene muchos menos átomos en el volumen de este que rodea tu piel que la sartén en la superficie en la que la tocas.




Esta propiedad se mide en la llamada tasa de trasferencia térmica. Nadie muere a 17 grados, pero estar en el mar a 17 grados es una muerte segura tras unas horas
 
Esto es nada menos que la segunda ley termodinámica en acción: el universo se empeña en igualar la temperatura de todo, hasta que todo quede en equilibrio.



Así que el frío es en realidad el universo que te roba calor; el frío no entra por una ventana mal aislada o abierta, es el calor el que sale.

Estar vivos supone, por el contrario, acumular energía y guardárnosla para hacer cosas con ella; que sean más o menos interesantes ya depende de ti.

lunes, 12 de enero de 2015

Peligro en el Ártico

Faros radiactivos abandonados en el Ártico ruso

En la época de la Unión Soviética, el Partido Comunista decidió construir una cadena de faros que guiaran a los buques en los oscuras y largas noches polares a través de las costas inhabitadas del país. Al estar situados en zonas a cientos de millas de cualquier lugar habitado los faros debían ser totalmente autónomos. Se optó por instalar pequeños generadores nucleares que proporcionarían electricidad a los faros durante años, sin necesidad de intervención humana.

El colapso de la Unión Soviética llegó hasta los faros nucleares de las remotas tierras del norte. Éstos dejaron de funcionar tiempo después, principalmente debido a la llegada de buscadores de metal que los asaltaron para llevarse todo lo que encontraran en su interior –incluyendo tal vez una buena dosis de radiación.

 

 Los faros utilizan un tipo de Generador Termoeléctrico de Radioisótopos (GTR), “un simple generador eléctrico que se alimenta por desintegración radiactiva.”

 Es el tipo de fuente de energía que proporciona electricidad a diversas sondas espaciales, entre otras la míticas sondas Voyager –lo que las permitió seguir funcionando y enviando datos aún cuando estaban ya muy lejos de la luz solar.

 En un GTR el calor se libera al desintegrarse un material radiactivo y se convierte en electricidad por medio de una serie de termopares.


Es decir, que la energía se produce a partir del calor originado por el GTR. Por tanto el riesgo tiene su origen en el propio material nuclear en descomposición. Los GTR utilizan normalmente estroncio-90 que está clasificado como fuente de categoría 1: máxima peligrosidad que puede producir graves quemaduras y la muerte por exposición.



Actualmente todos los GTR instalados en los faros han superado su tiempo de vida. Según el Organismo Federal de Energía Atómica de la Federación de Rusia (Rosatom), de entre los más de 650 GTR que es necesario retirar y sustituir en Rusia, 200 está (o estaban) instalados en faros de las regiones de Murmansk y Arkhangelsk, una región relativamente cerca de Noruega. Muchos dispositivos han aparecido en vertederos, en bosques causando daños a personas. Otro ha aparecido junto a un faro arrojado al mar.




 Noruega colabora desde finales de los 90 para llevar a cabo la retirada, lo antes posible, de todos los GTR de la región noroeste de Rusia. Una colaboración que, a pesar del riesgo del proceso, de momento ha conseguido retirar un tercio de los GTR sin incidentes.